Terremoto en el mundo de la alimentación. Expertos de la Agencia para la Investigación contra el Cáncer (IARC), una agencia dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), han anunciado hoy que comer carne procesada puede causar cáncer de colon, y que la carne roja es una causa probable de esta misma enfermedad. Si eres una adicta a la carne, no te lleves las manos a la cabeza sin leer toda esta noticia. Lo primero que debes saber es cómo alimentarte correctamente y cómo llevar una vida saludable a través de los alimentos...
© Brooke Lark @brookelark Brooke Lark - Unsplash
Pero vayamos por partes. En primer lugar, la IARC ha explicado que la carne procesada (salchichas, bacon, lasañas y precocinadas, embutidos...) es cancerígena para los humanos basándose en la "evidencia suficiente" de que causa cáncer colorrectal. Así, este tipo de carne, propia de perritos calientes, algunas hamburguesas o embutidos de carnicería, pasa a formar parte del grupo 1 de productos que pueden causar cáncer, entre los que se encuentran otros como el tabaco, el amianto, el aire contaminado o el diésel.
"Para una persona, el riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero el riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida", ha señalado el doctor Kurt Straif, director del programa de monográficos del IARC. Por lo tanto, parece que la clave puede estar en consumir carne procesada de forma moderada, aunque la OMS no especifica claramente una cantidad recomendada. Tanto en este caso como el de la carne roja, el grupo ha considerado más de 800 estudios que investigaban la relación entre el consumo de carne roja o procesada y más de una docena de tipos del cáncer.
Pero el caso de la carne roja es diferente. Y es que la carne de ternera, cordero, caballo o cabra (las consideradas habitualmente como carnes rojas), adquieren la calificación de "probable cancerígeno", donde pasa a formar parte del grupo de alimentos y productos 2A (un escalón por debajo de los compuestos más dañinos), basándose en una evidencia limitada, ya que se han observado vínculos entre el consumo de este tipo de carne y el cáncer colorrectal, así como el cáncer de páncreas o el de próstata, pero son bastante más cuestionables.
Por su parte, el Sector Cárnico Europeo ha rechazado esta clasificación de la IARC por considerar inapropiado atribuir a un único factor (el consumo de carne) un mayor riesgo de cáncer. Según ellos, innumerables organismos oficiales, sociedades médicas y expertos recomiendan el consumo de todos los grupos de alimentos a fin de tener una dieta sana, variada y equilibrada, incluyendo un consumo moderado de carnes y productos cárnicos. Y es que tras esta bomba de la OMS en el mundo de la alimentación, la polémica está servida. A ver quién es ahora el que prueba bocado.
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