Por supuesto, es británica. No podía ser de otra manera. Kiki McDonough lleva en el negocio de la joyería desde hace más de 25 años, y las dos claves que le han hecho triunfar son, en primer lugar, su increíble combinación de colores, llena de luz y de vida, y en segundo lugar, un sentido de la elegancia único, que impide que ésta mezcla de tonalidades resulte excesiva. Sus diseños suponen un golpe de efecto, sin renunciar a la discreción, y por eso son el ojito derecho de Kate Middleton, sin olvidar a su hermana Pippa, que también es adicta a las creaciones de McDonough. Así luce la duquesa de Cambridge sus joyas:
"Catherine es tan elegante en sus looks diarios como en las grandes ocasiones. Mis joyas están pensadas para llevarlas todos los días, y ella las lleva con mucha fuerza", explicaba Kiki McDonough en declaraciones a la revista People. Sin embargo, no es la primera vez que la diseñadora trabaja para la familia real británica. En su día creó varias piezas para la princesa Diana: "Yo diseñé un par de pendientes para la princesa de Gales, que llevó durante su encuentro con Bárbara Bush en Estados Unidos". Y en cuanto a Pippa Middleton, McDonough asegura que su sentido del diseño es muy especial: "Realmente tiene ojo en materia de diseño, y siempre elige piezas muy cool".
Claro que, además de cool, las joyas no son aptas para todos los bolsillos, ya que algunas piezas de la marca alcanzan las 3.000 libras. Así son los gustos de Middleton.
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