Este comportamiento puede ser una señal de que despiertas emociones especiales en ellos. En este artículo, exploraremos cómo la atracción puede desencadenar la ansiedad y qué significa cuando alguien se muestra nervioso a tu alrededor.
El cambio de confianza a autoconciencia: un indicador de atracción
Cuando alguien pasa de estar seguro de sí mismo a sentirse autoconsciente en tu presencia, es un signo del lenguaje corporal que no debes pasar por alto. Este cambio de actitud puede indicar que esa persona siente una atracción especial hacia ti. Pero, ¿qué ocurre cuando ese nerviosismo se combina con emociones positivas?
Atracción y ansiedad: la combinación explosiva
Desde nuestros días de escuela hasta la vida adulta, el nerviosismo en presencia de alguien que nos atrae nunca parece desaparecer. Una investigación revela cómo la atracción y la ansiedad están intrínsecamente relacionadas a lo largo de nuestras vidas. Susan M. Hughes y su equipo (2020) llevaron a cabo un estudio que arroja luz sobre este fenómeno.
El estudio de Hughes y su equipo se centró en observar las reacciones nerviosas en respuesta a la atracción interpersonal. La muestra incluyó a 280 personas de diferentes edades, tanto hombres como mujeres. Al interactuar con posibles parejas románticas, se midieron diversas reacciones fisiológicas, vocales y conductuales.
Los signos reveladores de la atracción nerviosa
Los participantes reportaron una serie de sensaciones comunes, como mirar fijamente, un aumento en la frecuencia cardíaca, mayor atención, sonrisas, risas y sonrojos. Además, tanto hombres como mujeres hablaban más rápido, pero su expresión se volvía menos clara. Las mujeres, por su parte, solían hablar con un tono más alto y una voz inestable. Sorprendentemente, los observadores externos notaron reacciones nerviosas similares en aquellos que encontraron atractivos.
Darwin y la explicación evolutiva
Hughes et al. citan a Charles Darwin para explicar este fenómeno. En su obra "La expresión de las emociones en el hombre y los animales" (1872), Darwin señaló que cuando dos personas se sienten atraídas, sus corazones laten rápido, la respiración se acelera y sus rostros se sonrojan. Esta respuesta no es inactiva, sino una manifestación de amor.
La ansiedad y la reciprocidad
Aunque las reacciones nerviosas pueden parecer incómodas a primera vista, en realidad pueden mejorar nuestras posibilidades de encontrar a la pareja adecuada. Sonreír y reír son respuestas nerviosas que pueden indicar un interés romántico genuino. Hughes y su equipo sugieren que, a pesar de la incomodidad percibida, estas reacciones pueden desencadenar la reciprocidad.
La clave: atracción mutua
La investigación señala que el nerviosismo es más evidente cuando ambas partes sienten atracción mutua. En contraste, cuando una persona se siente atraída pero la otra no corresponde, el nerviosismo tiende a ser menos pronunciado. Esto puede reflejar una diferencia en la percepción del valor de la pareja, ya que las personas suelen buscar parejas con una deseabilidad social similar.
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