La mayoría de los novios prefieren hoy en día organizar bodas informales y sencillas. Huyen del clásico banquete tradicional con su menú de platos fijos y su tarta nupcial. Algunos ya eligen una comida tipo cóctel con platos variados y sin límite de invitados. Una de sus grandes ventajas es que no habrá asientos asignados en las mesas para los invitados y existe total libertad para moverse por el lugar de celebración e interactuar con otros invitados. Una buena idea si quieres que tu boda sea íntima e informal.
Una boda íntima
Las celebraciones tipo cóctel se suelen preparar para pocos invitados. Lo más normal suele ser entre 30 y 100 invitados.Debéis contar el número de invitados, el espacio que tenéis y el que van a necesitar los camareros para moverse con facilidad por el lugar de celebración. Si no lo hacéis, correréis el riesgo de que los invitados estén incómodos. Las bodas tipo cóctel no tienen seating plan, por lo que se acabó hacer malabares para que todos estén contentos con su mesa. ¡Cada uno se sentará donde y cuándo quiera!
Es cierto que en los últimos años se han celebrado algunas bodas grandes con muchos invitados, nuestro consejo es que si es tu caso, lo evites. Cuando hay mucha gente el cóctel es complicado de manejar. Si finalmente te decides, opta por un catering con experiencia.
Una boda al aire libre
Si queréis organizar un banquete tipo cóctel y el tiempo acompaña, lo mejor es que sea al aire libre. La decoración, el ambiente, la iluminación e incluso el baile lucirán más en un espacio exterior. Tenéis que tener mucho cuidado en que no falte en ningún momento comida y que haya espacio suficiente para que todo el mundo se mueva con libertad. Aunque los invitados no tendrán asiento fijo, debéis planear el número de mesas y de asientos necesarios para los invitados puedan apoyar, sentar o descansar. También podéis crear ambientes diferentes, para los niños, para bailar o una especie de chill out improvisado para descansar.
Comida y bebida variada
Lo bueno de un banquete tipo cóctel es que no os tenéis que limitar a los tres platos tradicionales. Lo más indicado es que los camaretos ofrezcan comida y bebida variada y en cantidad suficiente. Se pueden poner también mesas o puestos con comida fija, para que los invitados se puedan servir lo que desean como por ejemplo arroces, carnes o quesos. Otra buena idea es poner un candy bar con helados, porciones de tarta, cupcakes y golosinas.
Asegúrate de que los camareros pasen en todo momento bebidas servidas y tapas tipo bocado para que no haya que utilizar cubiertos hasta el postre. En este tipo de celebraciones como postre se puede poner la típica fuente fondue de chocolate con la que disfrutarán pequeños y grandes.
Texto: Carmen F. Etreros - Zankyou
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