Preparar bien nuestra piel antes de aplicar la base de maquillaje puede suponer la diferencia entre una tez perfecta y libre de imperfecciones y un maquillaje que desaperece y se va difuminando a lo largo de la jornada. Al fin y al cabo, nuestro rostro es como un lienzo en blanco sobre el que cada mañana pintamos nuestra mejor versión de nosotras mismas, así que es lógico pensar que cuanto mejor sea ese lienzo, mejor serán los resultados obtenidos, ¿no? Por desgracia, ninguna tenemos la piel perfecta, ni siquiera nuestras celebrities, por lo que si queremos conseguir un maquillaje de anuncio tendremos que aprender a utilizar correctamente los primers o prebases.
Tanto si tu principal preocupación son los granitos, poros dilatados e imperfecciones, o si tu problema es que no tienes tiempo para retocarte a lo largo del día, un primer puede ser la solución que te ayude a mantener una piel perfecta durante toda la jornada. La función de un primer es la de disimular la apariencia de los poros y rellenar y alisar la piel para que esté perfectamente preparada para la siguiente fase.
Lo más importante es elegir la prebase que se adapte más a tu tipo de piel: iluminadora, correctora, de efecto mate, minimizadora de poros... En el mercado hay una gran variedad de productos diferentes en función de las necesidades de cada una, por lo que solo tendrás que elegir la tuya y seguir estos sencillas directrices. ¡Estás a un paso de conseguir una piel perfecta!
Gracias a Zohra Hamzaoui de Guild London
¿Sueles utilizar un primer o prebase? Danos tu opinión en @enfemenino
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