Las parejas emprendedoras con una empresa o negocio compartido que afrontan el reto, nada baladí, de compaginar la relación con el resultado positivo en la cuenta de resultados, lo que pone a prueba la capacidad de establecer el límite entre el plano afectivo y el profesional, en el que al desgaste habitual de la convivencia en el hogar se le une el devastador aderezo de los problemas laborales.
Una oportunidad de negocio juntos
En la España de hoy en día, con una tasa abrumadora del 20% de paro y unos salarios en muchos casos frisando el mínimo de subsistencia, son muchas las parejas que, al toparse con la situación de paro de uno o de los dos miembros a la vez, se deciden a invertir y a convertirse en lo que hoy ha venido en denominarse emprendedores.
En este contexto, se aúnan esfuerzos y recursos sumergiéndose en el vacío de la incertidumbre, pero con la certeza de que no queda otra alternativa. Se pone, de esta manera, a prueba de fuego la complementariedad de la pareja y la compatibilidad de caracteres, además de la capacidad para la distribución de roles sin que ninguno pueda tener inferior protagonismo o -alternativamente- aceptando generosamente la prevalencia del papel de uno frente a la subordinación otro.
El amor, ¿una ventaja o un obstáculo?
Que el objetivo llegue a buen puerto constituye una tarea titánica: muchas veces se trabaja como abnegado empleado y se cobra como desprendida pareja, otras -en las que uno toma funciones de mando y otro de mero colaborador sin un consenso y un ascenso previo- resulta complicado admitir al otro como jefe y, a la salida del trabajo, retomar la paridad cuando se trasladan a la relación sentimental.
Todo ello supone un ejercicio adicional de consolidación, de equilibrio y de comprensión pues, en otro caso, los factores laborales pueden suponer una bomba de retardo en el devenir de la pareja.
Sin embargo, debemos ser optimistas y pensar que la complicidad y el cariño, lejos de suponer una rémora, siempre posibilitarán que uno se pueda poner más sencillamente en la piel del otro para entender ciertos comportamientos o decisiones, que los problemas que surjan en el negocio siempre se pasarán por el tamiz de la solidaridad que en una pareja se supone.
Será más sencillo que, ante una actuación que se juzga como injusta, se llegue a la conclusión de que no existe nada de tipo personal implícito, sino que es la simple dinámica de la empresa la que condiciona tales resoluciones, además de tener un más amplio espacio de tiempo y oportunidad para obtener los razonamientos justificadores.
Para que la pareja pueda lograr el éxito empresarial, resulta primordial alimentar la relación más allá del trabajo y establecer estancos delimitados y disjuntos entre la vida laboral y la sentimental.
Es muy recomendable tomar una semana o unos días de vacaciones cada tres o cuatro meses, realizar una escapada a algún lugar alejado de la ciudad de residencia y del negocio y desarrollar actividades que a ambos satisfagan y disfruten compartiendo.
7 claves imprescindibles a la hora de emprender en pareja
- Practicar la inteligencia emocional, lo que se traduce en comprender y reconocer nuestros sentimientos y los del otro. En otras palabras, identificar y admitir qué nos pasa. Este es un hábito esencial que despejará muchos obstáculos cuando las cosas no salgan como se esperaban.
- Comunicarse. Cada decisión y cada paso que se tome en el negocio debe ser comunicado y explicado con detalle, incluso en el caso de que no se comparta del todo tal determinación. Lo importante, por encima incluso de deseables consensos, es que cada uno conozca cada detalle que se suscite y cada iniciativa que se acometa.
- Reconocen las habilidades individuales. Saber quién es bueno para las finanzas o las ventas, quién es más operativo cobrando o en el trato con clientes. Delegar responsabilidades como muestra del reconocimiento de las habilidades del otro constituye un aspecto clave.
- No llevar el emprendimiento a la cama. No lleves tu oficina a la cama, es importante que ambos sigan disfrutando en pareja, no todo debe ser trabajo.
- Apoyarse mutuamente. Decir NO a la crítica destructiva. No estar de acuerdo en algo no significa imponer, desestimar o menospreciar las ideas o decisiones de tu pareja. Si bien es cierto que alguno de los dos puede cometer un error, en esos momentos complicados puede ser muy dolorosa la crítica destructiva.
- Conservar las cuentas claras. Cuentas claras conservan parejas. Si van a constituir una empresa, recuerden establecer claramente el capital de cada uno, así como también los cargos, deberes y derechos.
- No se desautoricen en público. Ante todo el respeto. No siempre estarás de acuerdo con las decisiones que tome tu pareja o con algún comportamiento. Solo debes tomar en cuenta que nunca debes decírselo frente a un cliente o un extraño. NO hagas jamás lo que no te gustaría que te hicieran
Artículo realizado en colaboración con la terapeuta Gestalt Verónica Rodríguez Orellana, Directora de Coaching Club.
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