Ser padre, lo que cambia entre vosotros
A sus ojos, ya no encarnarás a la mujer amada sino a la madre. Y eso es un gran cambio que puede perturbar a más de un padre. Igualmente puede afectar al erotismo de la pareja si el padre no consigue integrar esta modificación del papel de la mujer. Además, algunos padres que asisten al parto pueden estar perturbados por el lado “deserotizante” del alumbramiento.
Ser padre, lo que cambia en él
El hombre cuando se convierte en padre da un verdadero paso a la edad adulta. Es importante que la madre apoye a su compañero para que éste no se sienta aplastado por el peso de sus nuevas cargas.
Desde un punto de vista filosófico, el hombre que se convierte en padre adquiere la conciencia de una nueva visión de su lugar en el mundo. La reproducción, para el hombre, como en todas las especies, procura un sentimiento de ser útil, de tener su sitio en el mundo.
Otro aspecto psicológico que sobreviene tras el nacimiento de un niño es el sentimiento de celos. En efecto, el padre, que hasta entonces ocupaba todas las atenciones de su pareja, va a tener que hacer sitio a un nuevo recién llegado que en los primeros momentos será el rey de la familia. La joven madre, y es normal, tiende a poner toda su atención en el bebé. Frente a esta exclusividad pasajera el padre se puede sentir abandonado y alimentar unos celos inconscientes hacia su hijo.
Ser padre, lo que cambia en su vida social
- En su vida profesional: El nuevo padre a veces va a tener que modificar su visión de las cosas, por ejemplo si ejerce un trabajo muy absorbente o si está obligado a hacer numerosos desplazamientos. Un bebé cambia muchas cosas en la vida de los padres, y la vida profesional se ve modificada también, tanto para la madre como para el padre.
- Con sus amigos también van a cambiar las relaciones. Los hay que tienen hijos y los hay que no. A la fuerza, los modos de vida y los intereses de cada uno son diferentes. ¡Se acabaron las salidas a la discoteca hasta la madrugada!
- El nuevo padre también va a ver cómo se modifica la imagen que proyecta sobre los otros, en particular, sobre otras mujeres. La apariencia de un hombre que pasea un carrito no es en absoluto la misma que la de un hombre que se pasea solo, o acompañado de sus amigos. Habrá que aprender a integrar esta nueva imagen y aceptarla.
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